La idea es que este proyecto de decreto aplique a los sujetos que de acuerdo con el E.T. tienen la obligación de facturar, que sean seleccionados por la DIAN para expedir factura electrónica o que opten por expedirla. También aplica a aquellos sujetos que no siendo obligados a facturar, opten por expedir factura electrónica.
El proyecto de decreto de la DIAN con el cual se busca implementar la factura electrónica, inicialmente obligatoria para algunos contribuyentes, tiene nerviosos a los comerciantes. Hay que recordar que la entidad está recibiendo comentarios al respecto hasta el viernes 6 de diciembre.
El mecanismo conocido como factoring, a través del cual una empresa proveedora puede negociar la factura con un banco, como un título valor, para obtener liquidez antes de que se cumpla la fecha de pago de la misma, estaría amenazado, pues en el decreto el tema no se menciona y era la oportunidad para reglamentarlo.
La Ley 1231 del 2008 afirma que la factura es un título valor y que la admisión del derecho se produce con el endoso y la entrega del título. Después se expidió el Decreto 3327 del 2009, para reglamentar parcialmente la ley, pero el artículo 10 señala que no es aplicable para facturas electrónicas. En consecuencia, desde ese año, hay un vacío jurídico para adelantar el factoring.
Portafolio publica que Certicámara, entidad de certificación digital abierta, advierte que hay cierta inequidad en torno a la factura electrónica, pues mientras la que se expide por computador no exige la suscripción de un acuerdo con el cliente para que la reciba por ese medio, en la electrónica sí.
“Es complejo lograr que el cliente acepte, porque cuando lo hace, a su vez se compromete a generar unos aportes bimensuales que fija la Dian en la resolución 1465, que no existen para la facturación por computador. De inmediato hay un impedimento grande que desestimula el uso de la factura electrónica”, consideran.
Sólo 2% de las empresas en Colombia emite facturas electrónicas
La DIAN continúa haciendo esfuerzos para conseguir la masificación de la factura electrónica ya que apenas el 2% de las empresas han migrado a este servicio.
Un estudio de la firma especializada F&MTech, reveló está cifra mostrando que hay mucho campo de acción en esta modalida. En un comunicado explica que la factura electrónica es un documento que soporta transacciones de venta de bienes o servicios, que para efectos fiscales debe ser, expedida, entregada, aceptada, exhibida y conservada por y en medios y formatos electrónicos, de acuerdo con los requisitos técnicos y legales establecidos por Ley 527 de 1999, el Decreto 1929 de 2007 y la Resolución 14465 de 2007.
“La factura electrónica es la punta del iceberg de la revolución digital empresarial: las empresas usan muchos documentos formales para sus operaciones además de las facturas. Por ejemplo: cotización, orden de pedido, aviso de despacho, acuse de recibo, nota crédito, nota débito y comprobante de pago. Estos también desaparecerán en algún momento”, afirma Óscar Mauricio Moreno, socio de F&M Tech en El Espectador.
La idea es que los empresarios sean conscientes de los beneficios de la facturación electrónica, no sólo por el cuidado del medio ambiente y las mejores posibilidades de recaudo sino por la reducción en sus costos operativos.
Mientras que los recibos físicos representan gastos, que en promedio alcanzan 23 millones de pesos, con la implementación de la facturación electrónica serían cercanos a los 4 millones de pesos.
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